Roscos fritos de Semana Santa

Estamos en Semana Santa y  toca una receta típica de esta época, los roscos fritos o rosquillas de Semana Santa.

Aquí en Andalucía es costumbre hacer dulces tradicionales como los roscos fritos, pestiños y las torrijas. Es una costumbre que viene de antaño cuando era necesario coger fuerzas para seguir las maravillosas procesiones que aquí tenemos. En cualquier ciudad o cualquier pueblo de nuestra comunidad se pueden ver los pasos con esas magnificas imágenes la mayoría con gran valor artístico y antigüedad que son en realidad obras de arte.

Son dignas de ver tanto para los andaluces como para los foraneos.Si aun no las habeis visto os las recomiendo.

Aquí en Almería son muy bonitas y además hay muy buen ambiente en las calles pues tenemos un clima propicio para poder estar en la calle y disfrutar de ellas.

A continuación os paso la receta.

Ingredientes para 12 roscos medianos:

·  2 huevos

·  8 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra

·  8 cucharadas soperas de leche

·  6 cucharadas soperas de azúcar

·  1 cucharada sopera de anís dulce

·   Ralladura de limón

·  Harina bizcochona con levadura (la que admita)

·  Aceite de oliva (la cantidad necesaria para freír los roscos)

·  Azúcar mezclada con canela para rebozar los roscos

En primer lugar se calientan las 8 cucharadas de aceite para suavizar el sabor y se retira del fuego. Seguidamente se mezclan los huevos con el azucar, la leche, la ralladura de limón, el anís y se le agrega el aceite ya templado. Se mezcla todo bien, a continuación se le va añadiendo poco a poco la harina hasta que veamos que va cogiendo cuerpo, entonces se echa la masa sobre la encimera y se amasa un poco hasta que veamos que no se pega en las manos.

Después se cogen pequeñas porciones, se hacen bolitas y se estiran haciendo un cilindro y se unen los extremos haciendo el rosco. Una vez se haya hecho todos se dejan en la encimera, mientras se calienta aceite en una sartén y se van echando los roscos dándoles la vuelta para que se hagan por los dos lados.

Una vez fritos se pasan por la mezcla de azúcar con canela y se rebozan.

Ya solo queda dejarlos enfriar, mientras tanto nos vamos a ver esas bonitas procesiones llenas de emotividad y a la vuelta nos tomamos estos riquísimos roscos acompañados por un buen vino dulce, que es lo que realmente se complementa con su exquisito sabor.

¡Que paséis una estupenda Semana Santa!